sábado, 24 de febrero de 2018
Realidad.
Yo creo que debe de doler. No el desamor, no la desilusión, ni tampoco la tristeza. Creo que debe de doler la rabia, la sed de venganza. Soltar todas tus inseguridades como cuchillos hacia otra persona solo por eso, rabia, sin ni siquiera intentar ni por un mínimo segundo ponerte en la piel de la otra persona.
En parte te entiendo y no te culpo, yo también pasé por ahí y sí, es duro aceptar tu parte de culpa. De verdad, para cuando estés preparado, te perdono.
Es difícil asimilar que algo no funciona, es difícil darse cuenta de que no vas a volver a caminar al lado de una persona. Y es algo que duele, muchísimo, pero es algo que debe de correr.
Recuerdo como, al principio, siempre comentábamos esta situación y diría que es bastante diferente a la que estamos viviendo. Pero supongo que las palabras, siempre, se las lleva el viento.
Se suele decir que en la vida como en el amor a veces se es la herida y otras el cuchillo, pero hay que darse cuenta también que aunque seas el cuchillo hay sangre que se queda en él.
Solo hay que mirar las cosas con perspectiva, no somos críos, no somos tontos y guste o no la vida nos va a cruzar demasiadas veces, así que ¿para qué crear sufrimientos que no son necesarios? Suelta la rabia, la sed de venganza y tu ego, serás mucho más feliz.
Esta es la primera y espero que la última vez que escriba en primera persona y no son mil y una palabras pero sí, es para ti.
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